¡Ya tenemos vencedora en la elección de la abeja canaria del año 2022! Aunque la votación ha estado bastante reñida, finalmente ha terminado por imponerse la pequeña Pseudoanthidium canariense, inconfundible por su coloración negra con pequeñas manchas rojas. Aprovechamos para agradecerles a todos su alta participación.
Este particular endemismo, habitante de las islas de La Gomera, Tenerife y Gran Canaria, no fue descrito para la ciencia hasta mediados de la década de 1950, aunque ya había sido descubierto varias décadas atrás. A principios del siglo XX, el entomólogo alemán Theodor Becker, especialista en dípteros, estuvo en Canarias recolectando moscas. Sus campañas en las islas dieron como fruto una de las obras más completas sobre dípteros de Canarias: «Dipteren der Kanarischen Inseln» (1908). Sin embargo, el doctor Becker también incluyó en sus capturas otro tipo de insectos; entre ellos habían varios ejemplares de nuestra abeja, que quedaron depositados en alguna caja entomológica durante largos años, hasta que cayeron en manos de George Mavromoustakis, un entomólogo chipriota especialista en abejas. Tras examinar los ejemplares recolectados por Becker, Mavromoustakis determinó que se trataba de una nueva especie, endémica de Canarias, y la describió formalmente en 1954 con el nombre de «Anthidium canariense«.
Podemos ver volar a nuestra protagonista desde finales del invierno, siendo más abundante en plena primavera. Desaparece (hasta el año siguiente) cuando empiezan a apretar los calores del verano. Para vivir prefiere áreas con elevada cobertura de matorrales y herbazales, desde la costa hasta las zonas de cumbre y se encuentra altamente especializada en recolectar polen de diferentes especies de cardos, como Galactites tomentosus, Centaurea melitensis, Carlina spp., Cheirolophus spp. o Carduus spp., aunque también visita habitualmente otras plantas de la familia Asteraceae, como Argyranthemum frutescens, Schizogyne sericea, Allagopappus canariensis o Asteriscus spp.
Como el resto de miembros de la familia Megachilidae, Pseudoanthidium canariense transporta el polen en la parte ventral del abdomen. Su método de recolección sobre las cabezas florales es muy especializado, con un sincronizado movimiento en círculos alrededor de la inflorescencia al tiempo que va recogiendo el polen con las patas y depositándolo en los pelos especializados de la escopa ventral.
Aunque no disponemos de suficientes datos para conocer su estado de conservación, aparentemente es una especie relativamente común y bien repartida. Sin embargo, el hecho de ser un endemismo exclusivo de tan solo tres islas, la convierte en vulnerable a perturbaciones significativas, como está ocurriendo con las sequías persistentes asociadas al calentamiento global. Si queremos ayudar a estas bonitas abejas adornadas con los colores de los volcanes que las vieron evolucionar, lo mejor que pòdemos hacer es plantar en nuestro balcón, jardín o huerta algunos de sus cardos favoritos. De esta forma, podremos ofrecerles en primavera su tan necesario alimento, al tiempo que ellas nos recompensarán con su valiosa presencia en las inmediaciones de nuestro hogar.
