¿Sabías que casi dos tercios de las 20.000 especies de abejas hacen sus nidos bajo tierra? ¿Y que la gran mayoría, pasan gran parte de su vida enterradas? Esta enorme diversidad de abejas construye sus nidos excavando galerías en suelos arenosos o arcillosos y son capaces de desarrollar impresionantes obras de ingeniería bajo tierra. Algunas especies llegando a excavar galerías hasta los 3 metros de profundidad, lo cual es una impresionante hazaña dado su pequeño tamaño. Al final de los túneles construyen unas cámaras donde las hembras ponen los huevos junto con una provisión de néctar y polen.
Video: Anthophora orotavae excavando un nido y Andrena mediovittata tras aprovisionar su nido
Para desarrollar semejantes construcciones estas especies han desarrollado increíbles adaptaciones que les permiten excavar en suelos a veces compactados o a veces demasiado sueltos, así como para mover enormes volúmenes de sustrato. Además, también han tenido que adaptarse para que sus puestas puedan sobrevivir bajo tierra, como las abejas del poliéster del género Colletes o Hylaeus que segregan una sustancia parecida al celofán con la que recubren sus nidos para proteger a sus larvas del ataque de los hongos y las inundaciones.
En Canarias, en las zonas de dunas calcáreas, principalmente en las islas orientales (aunque también aparecen en ciertas zonas de las centrales), mucha gente ha visto unos abundantes fósiles característicos conocidos como barrilitos, algunos de los cuales han sido identificados como nidos fósiles de abejas solitarias.
Más información sobre los fósiles de abejas en Canarias en este estudio.