Una de las afirmaciones que más sorprende a la gente es cuando les comento que Canarias es un lugar pobre en diversidad de abejas. La verdad es que si comparamos las islas con otras zonas equivalentes, el número de especies de abejas es muy inferior (al igual que ocurre con otros grupos de vertebrados, invertebrados y plantas). Por ejemplo, sólo la Sierra madrileña de Gredos con una superficie similar a Lanzarote, alberga más del doble de especies que todo Canarias.

Entonces ¿nos han engañado? ¿es este otro de los bulos que circula por las redes? En realidad no, Canarias es una de las joyas de la corona de la diversidad de abejas (al igual que ocurre con otros grupos animales y vegetales) pero no por su número de especies (que es bajo) sino por la singularidad de éstas. Nuestras islas, como otros archipiélagos oceánicos, destacan por su alta proporción de especies endémicas, es decir, que viven única y exclusivamente aquí. En Canarias existen 49 especies endémicas de abejas, lo que representa un 39% de la diversidad de abejas del archipiélago. Y estas cifras cobran especial relevancia cuando se comparan con otras zonas continentales. Por ejemplo, en la Península Ibérica que es 75 veces la superficie de Canarias, y uno de los puntos calientes de diversidad de abejas con casi 1100 especies, tan sólo existen 34 especies endémicas (un 3% de la fauna ibérica!). En la Unión Europea (EU- 27) con mas de 1900 especies, sólo presenta 277 especies endémicas (un 14% de la apifauna europea).

Ejemplo de algunas especies endémicas exclusivas de Canarias. De izquierda a derecha: Lasiglossum viride, Colletes moricei, Anthophora pulverosa y Anthophora alluaudi. Foto: Abejas de Canarias

Y es en este punto cuando comprendemos la importancia de las abejas canarias. Nuestra fauna de abejas destaca por tener un alto número de especies únicas y exclusivas de nuestro archipiélago, que no vamos a encontrar en ningún otro lugar del mundo. Canarias aunque representa un insignificante 0.16% de la superficie europea, alberga casi un quinto de todas las abejas endémicas de la unión europea. Estos datos evidencian la importancia de conservar estas especies únicas, adaptadas a nuestros ecosistemas insulares tras cientos de miles de años de evolución, y que cumplen un papel clave en la polinización de los ecosistemas canarios, del que dependen numerosas plantas y animales endémicos, así como la productividad de nuestros cultivos.