Blog

El paraíso de las abejas solitarias

Si tuviéramos que dar un título de honor a la diversidad de abejas de Canarias, sin ninguna duda, éste sería para las islas orientales: Fuerteventura y Lanzarote. Ambas islas se caracterizan por un clima árido y una escasa altitud que configuran una baja diversidad de ecosistemas, dominados por una biota singular tanto de plantas como de polinizadores.

Las intensas condiciones de aridez hacen que existan pocos recursos florales y sólo estén disponibles durante un breve periodo de tiempo tras las escasas lluvias invernales. A pesar de esta uniformidad climática y paisajística, aparece toda una diversidad de abejas, muchas de ellas endémicas y exclusivas de ambas islas. Aunque individualmente tienen menos que las 73 especies de Gran Canaria (67 en Fuerteventura y 63 en Lanzarote), si tratamos ambas islas en conjunto, aparece la mayor diversidad de abejas del archipiélago, con 77 especies y un alto porcentaje de los endemismos canarios (60%). Y son concretamente las abejas solitarias las que habitan estas islas de forma natural, ya que las especies sociales como la abeja de la miel, son unas recién llegadas de la mano del ser humano.

De toda esta diversidad, algo menos de la mitad de las especies (45%) son compartidas con alguna de las islas vecinas, como la imponente Eucera lanuginosa también presente en Gran Canaria o los abundantes endemismos Anthophora alluaudi o Lasioglossum viride que aparecen ampliamente distribuidos por todo el archipiélago.

Sin embargo, las islas orientales destacan por su singular biota de abejas, ya que mas de la otra mitad de sus especies (55%) sólo se encuentran en estas dos islas dentro del archipiélago. Algunas de estas rarezas canarias son nativas y compartidas con otros lugares del mundo como el rojizo Megachile sicula o el recién llegado Colletes perezi, distribuidos por el Mediterráneo.

Pero donde la diversidad de abejas de Fuerteventura y Lanzarote toma especial relevancia es al observar las especies endémicas y exclusivas de estas islas. El dato más notable es que 17 de los 30 endemismos canarios presentes en estas islas, son exclusivos de ellas y muchas de estas especies fueron recién descubiertas a finales del siglo pasado. Entre estas, destacan algunas especies del género Anthophora como A. porphyrea o A. purpuraria presentes en ambas islas o algunas especies del género Andrena como A. hillanaA. damara y A. notata. Otros ejemplos son los megaquílidos Megachile hohmanni y M. binominata, la abeja cuco Dioxys lanzarotensis o la abeja solitaria Eucera (Tetralonia) lanzarotensis de Lanzarote.

A pesar de esta elevada diversidad, son también con diferencia, las islas donde la fauna de abejas está menos estudiada, por lo que es probable que nuevos endemismos sean descritos en un futuro, lo que aumentará aun más su singularidad con respecto a las islas vecinas. Por todo ello, las islas orientales representan un lugar único en el mundo para la diversidad de estos polinizadores, que debe ser protegido de los impactos humanos.

Hembra de Anthophora purpuraria. Foto: Carlos Ruiz

Entrada anterior
Las abejas, reinas del desierto
Entrada siguiente
Descubriendo las abejas de Canarias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Necesita estar de acuerdo con los términos para continuar

Menú