Un estudio científico reciente da la voz de alarma sobre el declive de las abejas. Se basa en el análisis de los registros de abejas en las bases de datos internacionales aportados por ejemplares de museo, estudios científicos y de ciencia ciudadana. El trabajo concluye que desde 1990 se ha reducido en un 25% la diversidad de abejas registradas, lo que sugiere que muchas especies se han vuelto menos abundantes y más difíciles de observar en la naturaleza.
A pesar del aumento exponencial en el número de observaciones de abejas gracias a la colaboración de la ciencia ciudadana, las especies registradas en las bases de datos han ido disminuyendo de forma continuada. Esta disminución no es homogénea en el especio ni en el tiempo, con algunas zonas como Norte América mostrando declives más acusados, o algunos grupos concretos de abejas silvestres estando más afectados que otros como la abeja de la miel que ha experimentado un crecimiento notable. Sin embargo, los datos globales parecen indicar que la tendencia global es un declive generalizado. Diversos estudios científicos apoyan estos resultados sugiriendo un declive en la abundancia y diversidad de muchos grupos insectos en las últimas décadas. En algunos lugares, como en EEUU, la falta de abejas se ha visto que ha provocado la reducción en la producción de la mayoría de los cultivos estudiados.
Publicaciones como esta alertan de la necesidad de realizar más estudios para conocer el estado de las poblaciones de abejas. En la actualidad, desde «Abejas de Canarias» estamos recopilando datos históricos y actuales para evaluar el estado de las poblaciones de algunas de las especies más emblemáticas del archipiélago.
Zattara, E. E., & Aizen, M. A. (2020). Worldwide occurrence records reflect a global decline in bee species richness.