El Teide es una de las joyas naturales de Canarias, con una rica y exclusiva fauna y flora dominada por especies endémicas. En mayo y junio se da uno de los espectáculos naturales más impresionantes del archipiélago: el volcán del Teide se engalana con un florido traje de vistosos colores y un séquito formado por casi 30 especies de abejas silvestres (la mitad de ellas endémicas, y algunas exclusivas de la zona de cumbre como Andrena lineolata o Hylaeus canariensis), junto con una cohorte de otros polinizadores, se dedican a la realizar una milenaria danza de altos vuelos bajo la atenta mirada del volcán.
Y es precisamente este ancestral y colorido baile, el que permite año tras año, la polinización y por tanto la supervivencia de las joyas botánicas del Parque como la delicada violeta del Teide, el imponente tajinaste rojo, el amenzado tajinaste picante o el abundante alhelí de cumbre.